El riesgo de la automedicación
Puerto Vallarta ha experimentado un crecimiento demográfico exponencial, lo que ha llevado a clínicas de salud superpobladas y a un aumento en el costo de las consultas médicas. El aumento de los precios en el sector sanitario, incluidas las costosas consultas médicas y el creciente coste de los medicamentos, especialmente los antibióticos, han llevado a muchas personas a recurrir a la automedicación. Sin embargo, ¿qué tan peligrosa puede ser la automedicación en el tratamiento de una gripe causada por bacterias?
Los antibióticos han revolucionado la historia de la medicina, permitiendo el tratamiento de enfermedades infecciosas que alguna vez fueron mortales, salvando así millones de vidas. La era moderna de los antibióticos comenzó con el descubrimiento de la penicilina en 1928. Sin embargo, en 1940, se descubrió que un grupo de bacterias podía producir una proteína llamada penicilinasa, que proporcionaba a las bacterias resistencia a los antibióticos. Esto significó que las bacterias ya no respondían a la penicilina y no morían. A medida que se introdujo la penicilina como tratamiento, aumentaron las cepas de bacterias resistentes a los antibióticos, lo que sugiere que el uso de antibióticos promovió la resistencia. Entre 1950 y 1970 se descubrieron nuevos antibióticos durante la época dorada de los medicamentos milagrosos, con la creencia optimista de que estas enfermedades transmisibles estaban al borde de la completa eliminación. Los antibióticos eran vistos como un arma mágica y poderosa que mataba selectivamente a los microbios que causaban infecciones sin causar daño al huésped, lo cual es completamente falso.
El uso excesivo e inadecuado de antibióticos a lo largo de los años ha contribuido a la aparición de bacterias resistentes. La producción de nuevos antibióticos ha sido directamente proporcional al aumento de las superbacterias. Así, años después de que los primeros pacientes fueran tratados con antibióticos, las infecciones bacterianas han vuelto a convertirse en una amenaza.
El problema de la automedicación radica en el hecho de que algunos casos de gripe son causados por virus, no por bacterias. Tomar antibióticos en tales casos es ineficaz. Además, el uso excesivo de antibióticos puede crear bacterias resistentes que no sucumben al antibiótico. Este problema se ha observado ampliamente en todo el mundo, y las estadísticas indican que más de 20,000 personas mueren cada año debido a bacterias resistentes.
Por ello, “Vallarta Hoy” recomienda encarecidamente buscar asesoramiento médico profesional para recibir un tratamiento adecuado.