Peligro por agresivas olas de calor en Puerto Vallarta

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Efectos de los fenómenos astronómicos en la humanidad


El 10 de mayo comenzaron una serie de erupciones solares, produciéndose la más poderosa de los últimos años el 14 de mayo. Los científicos aseguran que sus efectos tardarán meses en disiparse. Mientras tanto, en Puerto Vallarta el calor se vuelve insoportable y hasta peligroso. Al mismo tiempo, continúan ocurriendo fenómenos astronómicos, lo que convierte a mayo en uno de los meses más activos en cuanto a eventos en el espacio exterior. Una llamarada solar, también conocida como erupción solar o llamarada solar, es una liberación repentina y muy intensa de energía desde la superficie del Sol. Estas explosiones son causadas por cambios en los campos magnéticos del Sol, generalmente en regiones activas con manchas solares.

Las erupciones solares liberan una combinación de radiación electromagnética (que va desde ondas de radio hasta rayos gamma) y partículas energéticas (principalmente protones y electrones). Estas llamaradas se pueden clasificar por su intensidad en clases A, B, C, M y X, siendo la clase X la más potente. Las ondas solares llegaron a la Tierra a partir del 10 de mayo y crearon una tormenta geomagnética de larga duración, alcanzando una clasificación G5, el nivel más alto visto desde 2003. El 14 de mayo de 2024, el Sol emitió una llamarada solar de clase X8.7, la más grande del ciclo solar. 25.

Las erupciones solares pueden causar interferencias con las señales de radio y los sistemas de comunicación de alta frecuencia. Esto puede afectar la aviación, el transporte marítimo y otros servicios que dependen de estas comunicaciones. Las señales de GPS pueden volverse inexactas o completamente inutilizables durante una intensa erupción solar. Las partículas energéticas pueden dañar los componentes electrónicos de los satélites, afectando su funcionamiento y, en casos extremos, inutilizándolos. Las erupciones solares pueden inducir corrientes geomagnéticas en la superficie de la Tierra, lo que puede provocar sobrecargas en las redes eléctricas y potencialmente provocar apagones generalizados.

Los astronautas de la Estación Espacial Internacional y otros objetos en órbita están expuestos a niveles más altos de radiación durante una erupción solar. Incluso los aviones que vuelan a gran altura y en rutas polares pueden experimentar aumentos de radiación, lo que supone un riesgo para la tripulación y los pasajeros. En la Tierra, la atmósfera nos protege de la mayor parte de esta radiación. Sin embargo, las personas que realizan vuelos a gran altitud y rutas polares pueden recibir una dosis más alta de radiación.

Las intensas erupciones solares pueden provocar auroras visibles en latitudes más bajas de lo habitual. Estas auroras, conocidas como auroras boreales en el hemisferio norte y auroras australes en el hemisferio sur, son el resultado de la interacción de partículas solares con el campo magnético de la Tierra. La NASA informó que esta tormenta geomagnética fue la más fuerte de las últimas dos décadas y produjo una de las exhibiciones de auroras más intensas en 500 años. Estos eventos fueron desencadenados por grandes erupciones solares y eyecciones de masa coronal (CME) que bombardearon la Tierra con nubes de partículas cargadas y campos magnéticos. Vale la pena señalar que el Sol pasa por ciclos solares cada 11 años, período durante el cual su actividad (como erupciones solares y eyecciones de masa coronal) aumenta y disminuye. Actualmente, observaciones de entidades especializadas han demostrado que nos encontramos en un período de alta actividad solar, previéndose que el pico del ciclo llegue en 2025.

Para mitigar los efectos de las erupciones solares se realiza un seguimiento constante del Sol a través de observatorios solares y satélites especializados. Estos monitores permiten predecir fulguraciones solares y aplicar medidas preventivas, como ajustar las órbitas de los satélites, reprogramar vuelos y preparar las redes eléctricas para posibles perturbaciones. Las erupciones solares son fenómenos naturales poderosos con la capacidad de afectar significativamente nuestra tecnología y nuestra vida diaria. Sin embargo, con un seguimiento y una preparación adecuados, muchos de sus efectos adversos pueden mitigarse.

Los efectos directos de una erupción solar sobre la piel humana en la superficie de la Tierra son mínimos debido a la protección que brinda la atmósfera. Sin embargo, es importante tomar algunas precauciones en situaciones específicas, como durante actividades al aire libre o viajes aéreos en latitudes altas. Dado que Puerto Vallarta es una ciudad donde es común tomar sol y realizar actividades al aire libre, es necesario tomar precauciones. A continuación se presentan algunas medidas preventivas para cuidar su piel y reducir la exposición a la radiación ultravioleta (UV) y otros posibles efectos indirectos de una erupción solar:

*Protección solar diaria

Utilice protector solar: aplique un protector solar de amplio espectro con un SPF de al menos 30 y vuelva a aplicarlo cada dos horas o después de nadar o sudar.

Ropa protectora: Use camisas de manga larga, pantalones largos y sombreros de ala ancha para minimizar la exposición directa al sol.

Gafas de sol: Utilice gafas de sol con protección UV para proteger sus ojos y la piel que los rodea.

*Monitoreo de radiación UV

Verifique el índice UV: revise el índice de radiación UV diario disponible en muchos servicios meteorológicos y planifique actividades al aire libre en consecuencia.

Evite las horas pico de sol: limite la exposición al sol entre las 10 a. m. y las 4 p. m., cuando los niveles de radiación UV son más altos.

*Precauciones durante los vuelos

Vuelos a gran altitud y rutas polares: la tripulación de cabina y los pasajeros frecuentes en vuelos a gran altitud y rutas polares pueden estar más expuestos a niveles elevados de radiación durante una erupción solar. Las aerolíneas pueden ajustar las rutas de vuelo y las altitudes en respuesta a las alertas de llamaradas solares para minimizar la exposición.

*Protección adicional para la piel

Hidratación: Mantenga la piel hidratada utilizando lociones o humectantes adecuados.

Revisiones dermatológicas: Realice revisiones dermatológicas periódicas para detectar cualquier cambio en la piel que pueda derivarse de la exposición solar.

*Educación y Concientización

Manténgase informado: manténgase informado sobre las condiciones solares actuales y las recomendaciones de salud pública durante eventos solares importantes.

Tecnología y aplicaciones: utilice aplicaciones móviles y sitios web que brinden alertas y consejos sobre la radiación ultravioleta y la actividad solar.

Contexto de protección a mayor escala

Si bien la atmósfera terrestre filtra la mayoría de los rayos cósmicos y la radiación dañina de las erupciones solares, las medidas mencionadas pueden ayudar a proteger contra efectos indirectos, como el aumento de la radiación ultravioleta durante eventos solares intensos. Las organizaciones responsables del monitoreo del clima espacial, como la NASA y la NOAA, brindan alertas y pronósticos que ayudan a mitigar los riesgos asociados con la actividad solar.

Tomando estas precauciones podrás minimizar los riesgos para tu piel y tu salud en general, tanto en la vida diaria como en situaciones especiales, permitiéndote disfrutar del aire libre de forma segura.