Acciones contra la especulación en el precio de la gasolina.
La Presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo informó que instruyó a la secretaria de Energía, Luz Elena González Escobar, reunirse con los gasolineros que cuentan con estaciones de servicio para establecer mecanismos que eviten el incremento en el precio de las gasolinas por la especulación.
“Nos interesa evitar que haya un incremento en el precio de las gasolinas por algún tipo de especulación, entonces por eso estamos haciendo el análisis y el Secretario de Energía ya se está reuniendo con los gasolineros para evitar un incremento derivado de algún tipo de especulación y poder tener gasolina, como nos comprometimos, que no aumente en términos reales, es decir que lo único que pueda aumentar es lo que esté relacionado con la inflación del año anterior”, indicó.
Señaló que el precio de las gasolinas se actualiza conforme a la Ley del Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS), que establece que su precio se ajuste conforme a la inflación del año anterior. Asimismo, informó que en situaciones especiales se controla el IEPS para evitar incrementos en los costos.
En México no es posible establecer un precio fijo para la gasolina debido a diversos factores económicos, legales y de mercado que influyen en su costo. A continuación, se mencionan las principales razones:
A partir de la Reforma Energética de 2013, el mercado de combustibles en México se liberalizó. Esto significa que:
● Los precios ya no están controlados directamente por el gobierno, sino que están determinados por la oferta y la demanda en el mercado.
● Las empresas privadas pueden importar, distribuir y vender combustibles, promoviendo la competencia.
● Esta liberalización permite ajustes diarios de precios en función de factores externos. El precio de la gasolina en México depende en gran medida del mercado petrolero internacional, ya que:
● México importa más del 60% de la gasolina que consume.
● Las variaciones en el precio del crudo a nivel mundial impactan directamente en el costo de producción y distribución.
● Factores como los conflictos internacionales, los recortes de producción de la OPEP y los desastres naturales afectan el precio mundial del petróleo.
● Las compras de gasolina importada se realizan en dólares.
● Si el peso mexicano se deprecia frente al dólar, el precio de importación aumenta, afectando los costos para el consumidor final.
En México, el precio de la gasolina incluye impuestos como el Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS), el IVA y otros cargos.
● El gobierno puede ajustar el IEPS para suavizar las fluctuaciones de los precios internacionales y proteger a los consumidores.
● Sin embargo, un precio fijo no es viable, ya que los ingresos fiscales también dependen de estas contribuciones.
El transporte, almacenamiento y distribución de gasolina varía según la zona geográfica.
● En zonas más remotas o de difícil acceso los costos son más elevados, lo que impide establecer un precio único en todo el país.
● El precio refleja estos costos adicionales en cada región.
La entrada de empresas privadas como Shell, BP, Total y ExxonMobil ha generado competencia en el mercado:
● Las empresas fijan sus propios precios para atraer clientes.
● Un precio fijo limitaría la libre competencia, desalentando la inversión privada y el crecimiento del sector.
En lugar de fijar precios, el gobierno aplica subsidios temporales o ajustes al IEPS para evitar aumentos drásticos en el precio de los combustibles.
● Este mecanismo busca equilibrar el impacto económico sin comprometer las finanzas públicas.
Un precio fijo para la gasolina en México no es viable debido a:
- La dependencia de los precios internacionales del petróleo.
- La variabilidad del tipo de cambio.
- Costos logísticos diferenciados.
- La necesidad de promover la competencia en el mercado.
- El uso de los impuestos como herramienta de regulación y financiación.
En lugar de ello, el gobierno opta por un modelo de mercado abierto con ajustes fiscales para estabilizar los precios y proteger a los consumidores contra fluctuaciones extremas.
La Presidenta destacó que luego de su primera gira por los 32 estados de la República como Presidenta de México, advirtió que en algunos estados el precio de la gasolina ronda los 26 pesos, cuando debería ser menor a 23 pesos en promedio.
“En este recorrido que he estado haciendo por el país hay lugares donde el precio de la gasolina es de 26 pesos, lo cual está totalmente fuera de la norma. En realidad no hay un precio máximo para la gasolina, no está establecido desde el 2013, con la reforma energética se eliminó el precio máximo, pero no es posible que los precios en algunos lugares estén como están”, señaló.