Ampliemos nuestra visión del futuro.
Para que Puerto Vallarta emprenda un desarrollo humano amplio es fundamental atender diversas áreas clave que mejoren la calidad de vida de sus habitantes, promuevan un crecimiento económico sustentable y fortalezcan el tejido social.
Posiblemente, la educación de calidad y la formación continua serían claves para el Desarrollo Humano en la zona.
Ampliar la oferta educativa con programas técnicos y universitarios relacionados con el turismo, la tecnología, la sustentabilidad, la agricultura, la ganadería y la cultura artística son el camino para rescatar el Desarrollo Humano en Puerto Vallarta.
Asimismo, crear centros de formación laboral para jóvenes y adultos, enfocados en idiomas, tecnología y emprendimiento. También establecer bibliotecas digitales y centros comunitarios de aprendizaje continuo.
Y por último, promover alianzas con universidades y ONGs para becas y capacitación. Son temas que no necesariamente tienen que ver con el gobierno sino con la idiosincrasia de los ciudadanos.
Hoy en día, la salud integral y el bienestar son claves para sostener el crecimiento en la calidad de vida de los vallartenses. Mejorar la infraestructura de hospitales y centros de salud es, sin duda, la vía para atender mejor el gran problema que existe.
Ampliar los programas de prevención de enfermedades como la diabetes, la hipertensión y el dengue, promover el acceso a la medicina regenerativa y terapias innovadoras, crear más espacios para actividades deportivas y recreativas e implementar servicios especializados para los adultos mayores, los cuidados paliativos, podrían ser una estrategia inteligente para lograr un desarrollo a la altura de las circunstancias.
Por otra parte, la inclusión social y cultural podría abrir las puertas a una nueva visión del desarrollo humano. Promover la igualdad de oportunidades para mujeres, jóvenes, adultos mayores y personas con discapacidad, fomentar la diversidad cultural con festivales, talleres y exposiciones de arte, fortalecer la participación comunitaria a través de foros ciudadanos sobre arte, cultura y desarrollo, crear espacios para los grupos indígenas y preservar sus tradiciones. La cultura es el mayor motor de desarrollo que puede existir. La cultura lo es todo.
El desarrollo económico sostenible impulsa directamente el desarrollo humano. Son términos que están intrínsecamente vinculados y que, si coexisten adecuadamente, podrían retroalimentarse mutuamente para lograr el Bienestar de todos.
En este sentido, promover el crecimiento de las micro, pequeñas y medianas empresas (MiPyMES), así como desarrollar programas para emprendedores sociales enfocados en turismo ecológico y productos locales, promover el turismo sostenible a través de certificaciones ambientales y estrategias de protección del ecosistema marino y terrestre, y crear una red de comercio justo para agricultores y pescadores locales.
No olvidemos que la capacidad productiva del municipio no se puede limitar, pues también hay otras áreas que se pueden explotar económicamente para ampliar el campo de conocimiento, por ejemplo, la ganadería y la agricultura que habían sido abandonadas desde la llegada de la industria turística.
De igual forma, la infraestructura inteligente y la movilidad eléctrica que propone el Gobierno Federal transformarán el desarrollo humano al ofrecer importantes alternativas nunca antes pensadas, y mucho menos implementadas.
Puerto Vallarta podría mejorar el transporte público con autobuses ecológicos y ciclovías, invertir en infraestructura ecológica, como parques urbanos y áreas recreativas, optimizar la gestión de residuos y desarrollar programas comunitarios de reciclaje, modernizar el sistema de drenaje y saneamiento para enfrentar los retos ambientales.
Afortunadamente, la innovación y la tecnología moderna, que están experimentando una franca transformación, llevan a cabo una nueva visión humanista de la ciencia con conciencia.
Por ejemplo, para Puerto Vallarta sería genial desarrollar un hub tecnológico que atraiga startups y empresas digitales, ofrecer acceso público gratuito a Internet en plazas y espacios comunitarios, impulsar plataformas digitales para el comercio local y la promoción turística, crear un sistema de gobierno digital para mejorar la transparencia y los trámites.
La seguridad y la justicia social se pueden fortalecer si podemos reforzar los programas de seguridad comunitaria y patrullaje en zonas vulnerables, implementar campañas contra la violencia doméstica y el acoso en espacios públicos, promover proyectos de reintegración social para jóvenes en riesgo, crear sistemas de mediación comunitaria para resolver conflictos locales.
Finalmente, pensar en el medio ambiente y la sostenibilidad como métodos para promover el desarrollo humano es el mejor camino porque, en esencia, hablar del ser humano es hablar de la Naturaleza.
Por ello, promover la conservación de manglares, playas y ríos con programas educativos, impulsar proyectos de energía renovable como paneles solares, desarrollar iniciativas como el exitoso Torneo Internacional Trash Fishing para crear conciencia sobre la protección marina, estimular la producción agrícola orgánica y los mercados sustentables.
Puerto Vallarta tiene un gran potencial para convertirse en un referente de desarrollo humano equilibrado, que combine progreso económico, equidad social y sustentabilidad ambiental. Al implementar estas estrategias, la ciudad podría fortalecer su identidad cultural, mejorar la calidad de vida de sus habitantes y seguir siendo un destino atractivo tanto para turistas como para inversionistas responsables.